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LA IGLESIA SE LLEVA LA PLATA

Publicado: 2020-04-21


Si en épocas precoronovirus el Perú no pudo cubrir las necesidades mínimas de los ciudadanos (derecho a la salud y a la educación, por ejemplo), en estos momentos se nota con mayor claridad y dolor estas deficiencias, pese a los esfuerzos supremos que está haciendo el Estado durante la crisis.


El presupuesto general de la República se ha alterado completamente, la economía peruana se ha detenido, millones de personas no trabajan y pasan hambre… pero, a pesar de tanto dolor, el presupuesto estatal destinado a la Iglesia Católica Apostólica y Romana (ICAR)se mantiene inalterable. ¿Por qué?


El Concordato es un tratado que se establece entre el Vaticano y los países. El Perú tiene un Concordato (uno de los más leoninos al compararlo con los de otros Estados).

Echemos un vistazo a algunos beneficios del Concordato:

Hasta el día de hoy no hay acceso público al monto total de los beneficios económicos de la ICAR, pero sí es seguro (pues no puede ser de otra manera) que todos estos beneficios corren por cuenta de todos los peruanos, seamos evangélicos, mormones, agnósticos, ateos, etc. 

La única información que se dispone sobre las subvenciones del Estado a la ICAR es de más de 2,5 millones de soles en el presupuesto nacional de este año. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que

----- solo se trata de subvenciones directas (por ejemplo, hasta donde he podido averiguar, solamente en sueldos de 1030 personas se gasta mensualmente S/.150,604.55, es decir, 1 millón 808 mil soles anuales),

----- no se considera reparaciones a iglesias (este año, y durante la pandemia mundial, el Estado peruano donó S/. 3 800 000, casi 4 millones de soles, para la reparación de una iglesia en Arequipa a través del Plan Copesco y el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo

----- no se toma en cuenta otros rubros como los colegios, clínicas y patronatos que reciben montos altos y pertenecen a un presupuesto aparte:

Cabe preguntarse que si el gobierno financia con los montos indicados a instituciones educativas y de salud de la ICAR acaso no sería bueno financiar esas instituciones sin que estén bajo el manto de la ICAR. 


Y ahora comparemos estos montos con los destinados a otros sectores:


Para más referencias, este es el link al Presupuesto de este año


OBSERVACIONES

1. La Iglesia Católica puede firmar un tratado con cualquier país dado que el Vaticano posee las facultades de un Estado.

2. Si el Vaticano es considerado un Estado, cuando el Perú subvenciona a la ICAR, está subvencionando a un Estado.

3. ¿Estamos en condiciones de subvencionar los gastos de otro país? ¿Sobre todo si ese país tiene una ideología que impone al nuestro?

4. Si bien es cierto que muchas de las instituciones del Vaticano sirven a la población peruana, también lo es que

----- podría hacerlo de buena fe con el dinero que recauda por donaciones particulares

----- podría no hacerlo y simplemente el Estado peruano tomaría la posta

.

¿Para qué, entonces, financiar a un Estado ajeno?

Hay motivos políticos que expondré en otro post. Lo que me interesa en este es llamar a la reflexión sobre el gasto innecesario que el Perú hace para subvencionar a la Iglesia Católica que, al fin de cuentas, es otro país.

Y este despilfarro es más grave durante la pandemia.


Escrito por

Doriss Vera

Literata y educadora


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